ENTREVISTA A LA ILUSTRADORA TESA GONZÁLEZ

Tesa González es una de las ilustradoras de literatura infantil-juvenil más importantes del país. Siempre está inmersa en varios proyectos a la vez y trabaja con los escritores del género con más relevancia. Acaba de sacar un nuevo álbum ilustrado al mercado, El sueño de Lu Shzu, junto al escritor Ricardo Gómez y publicado por la editorial Edelvives. Esta entrevista se la realicé hace un tiempo, con ella sabremos un poco más sobre la trayectoria de esta importante ilustradora.

1)¿QUÉ RECUERDOS TIENE DE LOS LIBROS EN SU NIÑEZ?

En mi niñez me acompañaron muchas y diferentes lecturas. En mi familia era muy habitual que mi abuela nos contara un cuento, o mi tía, o mi padre…Yo me que-daba embobada y feliz escuchándoles. Pero entrando en los recuerdos de los libros que me hicieron soñar diré que me gustaban mucho (y supongo que alguno se me quedará en el tintero) Los Hollister de Jerry West; Edgar Rice Bourroughs, el creador de Tarzán; Agatha Christie, a los 12 años creo que ya me había leído todas sus novelas. Los clásicos de los Hermanos Grimm, Andersen... Los relatos de Alejandro Casona y títulos más modernos para la época como La chacha robótica y La gran tonteria, cuentos muy ilustrados y que todavía conservo . O las obras que ilustraba para niños José Ramón Sanchez como Soy un pez o El mausito, que también siguen en mis estanterías…Mi mundo infantil era muy variado, pero lleno de colores.

2)¿RECUERDA CUÁL FUE EL PRIMER DIBUJO DE INFANCIA DEL QUE SE SINTIÓ REALMENTE ORGULLOSA?

Pues sí: un árbitro de futbol que me inventé muy gracioso silbando y con las piernas hacia arriba y que en clase de plástica mi profesora me felicitó.

3)¿CUÁL FUE EL PRIMER LIBRO QUE ILUSTRÓ? ¿CÓMO ERA?

Mi primer libro ilustrado lo hice en 1994 para la colección Tucán de la Editorial Edebé.

Se titulaba El robo de los colores y el interior estaba hecho en blanco y negro y con acuarela. Lo trabajé sólo con agua y acuarela negra y los juegos de las intensidades de grises y las aguadas conseguidas eran muy interesantes

4)¿TIENE ALGUNA METODOLOGÍA ESPECIAL A LA HORA DE ILUSTRAR UN LIBRO?

Leer una y otra vez el relato y comenzar a hacer los apuntes mientras leo y en la misma página. Más que una metodología creo que es una manía que no puedo evitar. Y luego recrearme y trabajar en el personaje o personajes principales para incidir la fuerza expresiva en ellos. Luego lo integro todo en un story-board con las páginas a ilustrar para ver como quedarán las secuencias y perfilarlas donde haga falta.

5)¿ES MÁS COMPLICADO ILUSTRAR POESÍA INFANTIL QUE UN CUENTO O NOVELA?

Lo que yo considero que es complicado ilustrar es una mala obra sea cual sea su género. Al ilustrador se le hace dificil ilustrar algo que no llega dentro.

6)¿HA PUBLICADO ALGUNA VEZ UN TEXTO O TIENE ALGUNO GUARDADO EN EL CAJÓN?

He escrito narraciones que luego me las he guardado sin darlas un final. Hay que saber hacer bien las cosas y una de ellas es escribir. Yo ilustro y envidio a los que tienen el talento para la escritura. Quizá, algún día…

7)¿QUÉ PIENSA DE LA LITERATURA INFANTIL QUE SE HACE ACTUALMENTE EN NUESTRO PAÍS?

Hay muchas, muchísimas publicaciones y hay de todo. Creo que hoy en día hay nuevas editoriales en España que han surgido con la intención de priorizar la calidad en literatura e ilustración. ¡Felicito estas iniciativas empresariales que defiende el buen libro escrito e ilustrado!

8)¿ALGÚN CONSEJO PARA LOS ILUSTRADORES QUE SE ESTÁN INICIANDO PROFESIONALMENTE?

Uno que me dieron a mi y lo creo firmemente: es mejor que un editor vea pocas ilustraciones y muy buenas que muchas y de mediana o baja calidad. Llevar siempre lo mejor, aunque sea poco. Está también muy bien asociarse con otros compañeros para asesorarse cuando no se sepa de contratos, honorarios dignos… siempre ayuda mucho. Y tesón, mucho tesón pues es una profesión maravillosa pero muy dura también.

EL LIBRO DE LAS HADAS, DE CARMEN GIL Y JACOBO MÚÑIZ

Carmen Gil nos regaló hace unos años un álbum en verso lleno de humor e imaginación en el que nos presenta un completo inventario de tipos de hadas. El libro de las hadas (Ed. Toromítico, 2007) es un bello álbum que está magníficamente ilustrado por Jacobo Muñiz, que con sus acertados trazos y colores expresa a la perfección las intenciones de la escritora.

Para comenzar, Carmen explica a los pequeños lectores qué significa ser un hada madrina y describe lo difícil que resulta a veces llevar a cabo sus encantamientos, pues deben estar siempre viajando y sufriendo las inclemencias del tiempo. Y a continuación, comienza el gran desfile de hadas: Margarita, que faltó a su cita con la Cenicienta; Fresa, que encantó a la Bella Durmiente; la hada novata que no deja de meter la pata; Cristobalita, que al ser tan pequeña no puede con su varita; la moderna Sara, que viste vaqueros y habla por el móvil; Burbuja, que prefiere ser una bruja; Renata, que se anuncia en el periódico; las hadas de las estaciones del año; Campanilla, que sufre reúma y Viruta, una hada diminuta.

Todas las composiciones, como ya nos tiene acostumbrados Carmen Gil, son perfectas en métrica y en ritmo y regadas todas ellas con el humor que la caracteriza. También, a parte del catálogo de féminas mágicas, el libro incluye el menú del restaurante a donde éstas suelen ir a satisfacer el apetito, una nana para dormir a un hada buena, un ingenioso trabalenguas y una completa lista de palabras mágicas para que los lectores prueben a realizar encantamientos.

Para que sirva de muestra de lo dicho anteriormente sobre el estilo de la autora, expongo aquí estos versos pertenecientes a varios poemas. “Se anuncia hada madrina: El hadita Renata/ estudió por fascículos./ No hay hada más barata/ ni con mejor currículo.” “El hada moderna: Sara es cejijunta,/ con pelos de punta,/ nariz de morcilla,/ y cara de pilla.” “El hada novata: Con su magia sorprendente,/ hizo llover al revés./ Tuvo que salir la gente/ con paraguas en los pies.”

De El libro de las hadas se puede decir también que es uno de esos libros que tiene la seguridad de que en aquel hogar que entre recibirá el cuidado y el mimo de todos aquellos que tengan el privilegio de disfrutar de sus colores, su tacto, su olor... La edición está cuidada al mínimo detalle y eso convierte al continente de la obra en un bello objeto capaz de animar a la lectura con tan sólo mirarlo.

Para terminar, sólo señalar la última estrofa del poema que inaugura la obra y que encierra un hermoso mensaje: “Con un horario horroroso/ y más de un inconveniente,/ ¿hay oficio más hermoso/ que hacer feliz a la gente?”.